Cómo poner precio a mis servicios

“¿Cuánto debería cobrar?”

Seguro te has hecho esta pregunta más de una vez. De hecho, es una de las dudas más comunes en mis sesiones de coaching.

Poner el precio de tus servicios puede sentirse como un juego de adivinanzas: si cobras demasiado, podrías espantar clientes; si cobras muy poco, podrías terminar trabajando mucho y ganando poco.

Y aquí está el reto: no se trata solo de elegir un número, sino de encontrar un equilibrio entre lo que vale tu trabajo y lo que el mercado está dispuesto a pagar.

Hoy vamos a despejar esa incertidumbre para que pongas precio a tus servicios con confianza y sin miedo

Fijar tu precio es esencial

Fijar bien tu precio no es solo una cuestión de números; es clave para la sostenibilidad de tu negocio.

Si cobras lo justo, puedes trabajar con mejores clientes, evitar el agotamiento y hacer crecer tu emprendimiento sin estar en una constante carrera de ratas.

Por el contrario, si tus precios son demasiado bajos, podrías terminar sobrecargado de trabajo y sin las ganancias que realmente necesitas para vivir bien.

En mis años de experiencia, he visto varios errores que te recomiendo que dejes de hacerlos:

❌ Copiar precios de la competencia: Parece lógico, pero no sabes si ellos están ganando bien o sobreviviendo. Además, cada negocio tiene costos y estrategias distintas.

❌ Cobrar lo que “suena bien”: Algunos eligen números al azar sin analizar costos, valor percibido o demanda.

❌ Cobrar poco para atraer más clientes: Podrías generar más ventas, pero también clientes poco comprometidos y exceso de trabajo sin margen de ganancia.

Cómo poner precio a tus servicios

En lugar de fijar precios basándote en suposiciones, usa este método simple para ponerle un valor justo a tu trabajo:

Calcula tus costos y necesidades

Haz una lista de todos tus gastos mensuales, incluyendo renta, servicios, software, herramientas, impuestos y cualquier otro costo fijo o variable.

Luego, suma el salario que quieres ganar.

Divide ese total entre las horas efectivas que puedes trabajar al mes para obtener un precio base por hora.

Por ejemplo, si tus costos y salario suman $3,000 y puedes trabajar 100 horas al mes, tu precio mínimo por hora sería $30.

Considera el valor que generas

Pregúntate: ¿Cómo impacta mi servicio en la vida o negocio del cliente?

Si diseñas páginas web, no solo creas un sitio, sino que le das a tu cliente una herramienta para atraer clientes y vender más.

Si ofreces coaching, ayudas a las personas a mejorar sus habilidades y alcanzar sus metas.

Piensa en los beneficios tangibles e intangibles y ajusta tu precio en función de ese valor.

Crea paquetes en vez de cobrar por hora

No vendas “tiempo”, vende “resultados”.

Los clientes valoran soluciones concretas en lugar de pagar por horas de trabajo.

Por ejemplo, en lugar de cobrar $50 por hora de diseño gráfico, podrías ofrecer un paquete de branding que incluya logo, paleta de colores y diseño de redes sociales por $1,000.

Te posicionará mejor y eliminará la sensación de estar intercambiando tiempo por dinero.

Prueba y ajusta

No tienes que dar con el precio perfecto de inmediato.

Comienza con un precio razonable y observa la reacción del mercado.

Si vendes demasiado rápido, puede que tu precio sea muy bajo. Si nadie compra, quizá debas ajustar tu propuesta de valor o justificar mejor el precio.

Por ejemplo, si eres consultor y cobras $100 por sesión, pero ves que los clientes están dispuestos a pagar $200 porque obtienen resultados, es hora de subirlo.

Vende soluciones, no tu tiempo

Poner el precio de tus servicios es un proceso de prueba y aprendizaje constante.

No se trata solo de cubrir gastos, sino de cobrar lo que realmente vale tu trabajo y el impacto que generas en tus clientes.

Si tu servicio resuelve un problema importante, tiene un valor que debe reflejarse en el precio. Atrévete a cobrar lo justo, sin miedo ni culpa, porque tu conocimiento, experiencia y esfuerzo lo merecen.

Con el tiempo, a medida que adquieras más confianza y experiencia, podrás ajustar y optimizar tu estrategia de precios.

Al final del día, poner precio a tu trabajo no es solo una decisión financiera, es una declaración de lo que vales como profesional

Resumen

  1. Calcula tus costos y necesidades
  2. Considera le valor que generas
  3. Crea aquetes en vez de cobrar por hora
  4. Prueba y ajusta
Persona con barba en circulo celeste

Guillermo Escalante

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